J. es una consonante en
ingles, pero algunas naciones la usan como vocal, lo que es el colmo del
absurdo. Su forma original, que ha sido apenas modificada, era la de la cola de
un perro apaleado; en realidad, no era una letra, sino un signo que representaba
al verbo latino “jacere”, “tirar”, porque la cola de perro asume esa forma
cuando le tiran una piedra. Tal es el origen de esta letra, según lo ha
explicado el prestigioso Dr. Jocolpus Bumer, de la Universidad de
Belgrado. Quien divulgó sus conclusiones sobre el tema en una obra de tres
volúmenes en cuarto y se suicidó al enterarse de que en el alfabeto romano la J no tenía cola.
Jábega, s. Red barredera. Para atrapar
peces se hace con una malla gruesa y ruda; las mujeres se atrapan más
fácilmente mediante un tejido singularmente delicado que lleva, a modo de
plomada, pequeñas piedras talladas.
Jineta, s. En el ejército, insignia
que permite distinguir a un oficial del enemigo; o sea, del oficial de grado
inmediatamente inferior que ascendería gracias a su muerte.
Juramento, s. En derecho, solemne promesa
ante Dios, que la conciencia debe cumplir so pena de perjurio.
Justicia, s. Artículo más o menos
adulterado que el Estado vende al ciudadano a cambio de su lealtad, sus
impuestos y sus servicios personales.
Juventud, s. Período de lo Posible,
cuando Arquímedes encuentra un punto de apoyo. Casandra tiene quien la escuche
y siete ciudades compiten por el honor de mantener a un Homero viviente.
1.007. Briece (Ambrose)
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