AMBROSE GWINET BIERCE (1842-1914)
Home, bitter home
La llegada de Ambrose Gwinet, el 24
de junio de 1842, no debió ser un acontecimiento excepcional para Marco Aurelio
y Laura Bierce, sus padres. Otros nueve hijos ya congestionaban la cabaña de
madera donde vivían, en Horse Cave, campo religioso de Meigs County, Ohio.
Poca y pobre fue la educación que
pudo recibir en los primeros años, aparte lo aprendido en su trabajo como agricultor
en la granja de su familia y en otras tres ocupaciones que se le conocen:
aprendiz de imprenta, peón en un horno de ladrillos y mozo en una cantina.
Según parece, de aquella infancia
vivida en un ambiente presuntamente sórdido, conservó un odio imperecedero para
con todos los suyos, de padres abajo, sin discriminación de grado de
parentesco. Más tarde este sentimiento florecería en parricidios literarios
exorcisantes:
“En las primeras horas de una
mañana del mes de junio de 1872 asesiné a mi padre, hecho que, por entonces,
causó en mi una profunda impresión”.
Se apartó de aquello cuando se
incorporó al Instituto Militar de Kentucky, donde estuvo un año. El 9 de abril
de 1861 se alistó como voluntario en el ejército de la Unión. La Guerra de
Secesión consolidó su ya creciente misantropía. El espectáculo de una humanidad
estúpida y cruel, que echa mano de cualquier medio con tal de masacrarse con
eficacia, lo estremece. Llegado el momento, transferirá el escalofrío fijándolo
en un libro alucinante: In the midst of life (Tales of soldiers and
civilians).
Llegada la paz viaja a San
Francisco. Prueba algunas maneras de ganarse la vida: sereno, dibujante,
periodista...
En esta última profesión consigue
hacer suficiente dinero como para formar un hogar y embarcarse rumbo a Londres
en 1871. En 1876 está de vuelta en California con dos hijos y su mujer encinta.
Es el principio de veintitantos años de incesante labor, de éxitos
profesionales cuyos resultados serán innúmeros artículos y más de ochocientas
páginas de cuentos, aforismos y fábulas en verso y en prosa, que le valen un
lugar de privilegio en la literatura norteamericana, junto a Edgar Poe y Mark
Twain. Pero el signo tenebroso de su infancia no lo dejó nunca. Su vida
conyugal, invariablemente procelosa, culmina cuando su mujer lo abandona en
1891. Dos años antes uno de sus hijos había muerto durante una gresca
crapulosa; otro moriría corroído por el alcohol.
En 1913, solo, asmático, cansado de
esta vida que nunca pudo vercon buenos ojos, agotado por completo su poder de
creación, Bierce “El Amargo”, con 71 años copiosos de desgracias pasando en sus
espaldas, emprende viaje a México. También para su maltratada existencia
pareciera haber buscado con lucidez un desenlace estupefaciente.
En una última carta, del 26 de
diciembre de ese año 13, escribe: “¡Ah! Desaparecer en una guerra civil ¡qué
envidiable eutanasia!”. Ese sueño postrero se cumplió tal como lo quiso. Unido
a las tropas de Pancho Villa se esfuma, nadie sabe cuándo ni cómo, envuelto por
un misterio que le cuadra tan bien como a cualquiera de los personajes de sus
relatos sobrenaturales.
1.007. Briece (Ambrose)
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