Baal, s. Antigua deidad muy venerada
bajo distintos nombres.
Como Baal era popular entre los
fenicios; como Belus o Bel tuvo el honor de ser servido por el sacerdote
Berosus, quien escribió la célebre crónica del Diluvio; como Babel, contó con
una torre parcialmente erigida a su gloria, en la Llanura de Shinar. De
Babel deriva la expresión “blablá”. Cualquiera sea el nombre con que se lo
adora, Baal es el dios Sol. Como Belzebú, es el dios de las moscas, que son
engendradas por los rayos solares en el agua estancada.
Baco, s. Cómoda deidad inventada por
los antiguos como excusa para emborracharse.
Bailar, v. i. Saltar a compás de una
música alegre, preferible-mente abrazando a la esposa o la hija del vecino. Hay
muchas clases de bailes, pero todos los que requieren la participación de ambos
sexos tienen dos cosas en común: son notoriamente inocentes y gustan mucho a
los libertinos.
Baño, s. Especie de ceremonia
mística que ha sustituido al culto religioso. Se ignora su eficacia espiritual.
Barba, s. El pelo que suelen cortarse
los que justificadamente abominan de la absurda costumbre china de afeitarse la
cabeza.
Barómetro, s. Ingenioso instrumento que
nos indica qué clase de tiempo tenemos.
Basilisco, s. Cocatriz. Especie de
serpiente empollada en el huevo de un gallo. El basilisco tenía un mal ojo y su
mirada era letal. Muchos infieles niegan la existencia de este ser, pero
Semprello Aurator vio y tuvo en sus manos uno que había sido cegado por un rayo
por haber fatalmente con-templado a una dama de alcurnia a quien Júpiter amaba.
Más tarde Juno devolvió la vista al reptil y lo escondió en una cueva. Nada
está tan bien atestiguado por los antiguos como la existencia del basilisco,
pero los gallos han dejado de poner.
Bastonada, s. Arte de caminar sobre madera
sin esfuerzo.[1]
Batalla, s. Método de desatar con los
dientes un nudo político que no pudo desatarse con la lengua.
Bautismo, s. Rito sagrado de tal
eficacia que aquel que entra en el cielo sin haberlo recibido, será desdichado
por toda la eternidad. Se realiza con agua, de dos modos: por inmersión o
zambullida, y por aspersión o salpicadura. Si la inmersión es mejor que la
aspersión, es algo que los inmergidos y los asperjados deben resolver
consultando la Biblia
y comparando sus respectivos resfríos.
Bebé, s. Ser deforme, sin edad, sexo
ni condición definidos, notable principalmente por la violencia de las
simpatías y antipatías que provoca en los demás, y desprovisto él mismo de
sentimientos o emociones.
Ha habido bebés famosos, por
ejemplo, el pequeño Moisés, cuya aventura entre los juncos indudablemente
inspiró a los hierofantes egipcios de siete siglos antes su tonta fábula del
niño Osiris, salvado de las aguas sobre una flotante hoja de loto.
Beber, v. t. e. i. Echar un trago, ponerse en
curda, chupar, empinar el codo, mamarse, embriagarse. El individuo que se da a
la bebida es mal visto, pero las naciones bebedoras ocupan la vanguardia de la
civilización y el poder. Enfrentados con los cristianos, que beben mucho, los
abstemios mahometanos se derrumban como el pasto frente a la guadaña. En la India cien mil británicos
comedores de carne y chupadores de brandy con soda subyugan a doscientos
cincuenta millones de abstemios vegetarianos de la misma raza aria. ¡Y con
cuánta gallardía el norteamericano bebedor de whisky desalojó al moderado
español de sus posesiones! Desde la época en que los piratas nórdicos asolaron
las costas de Europa occidental y durmieron, borrachos, en cada puerto
conquistado, ha sido lo mismo: en todas partes las naciones que toman demasiado
pelean bien, aunque no las acompañe la justicia.
Belladona, s. En italiano, hermosa
mujer; en inglés, veneno mortal. Notable ejemplo de la identidad esencial de
ambos idiomas.
Belleza, s. Don femenino que seduce a
un amante y aterra a un marido.
Benefactor, s. Dícese del que compra
grandes cantidades de ingratitud, sin modificar la cotización de este artículo,
que sigue al alcance de todos.
Beso, s. Palabra inventada por los
poetas para que rime con “embeleso”.
Se supone que designa, de un modo general,
una especie de rito o ceremonia que expresa un buen entendimiento, pero este
lexicógrafo desconoce la forma en que se realiza.
Bestia, s. Miembro de la dinastía
reinante en las letras y la vida. La tribu de los Bestias llegó con Adán, y
como era numerosa y fuerte, infestó el mundo habitable. El secreto de su poder
es su insensibilidad a los golpes; basta hacerles cosquillas con un garrote
para que se rían con una perogrullada. Originariamente los Bestias procedían de
Beocia, de donde los desalojó el hambre, pues su estupidez esterilizó las
cosechas. Durante algunos siglos infestaron Filistea, y por eso a muchos de
ellos se les llama filisteos hasta hoy. En la época turbulenta de las Cruzadas
salieron de allí y se extendieron gradualmente por Europa, ocupando casi todos
los altos puestos de la política, el arte, la literatura, la ciencia y la
teología. Desde que un pelotón de Bestias llegó a Norteamérica en el Mayflower,
junto con los Padres Peregrinos,[2]
su proliferación por nacimiento, inmigración y conversión ha sido rápida y
constante. Según las estadísticas más dignas de crédito, el número de Bestias
adultos en los Estados Unidos es apenas menor de treinta millones, incluyendo a
los estadísticos. El centro intelectual de la raza está en Peoria, lllinois,
pero el Bestia de Nueva Inglaterra es el más escandalosamente moral.
Bigamia, s. Mal gusto que la sabiduría
del futuro castigará con la trigamia.
Blanco, adj. Negro.
Boca, s. En el hombre, puerta de
entrada al alma; en la mujer, vía de salida del corazón.
Boda, s. Ceremonia por la que dos
personas se proponen convertirse en una, una se propone convertirse en nada, y
nada se propone volverse soportable.
Bolsillo, s. Cuna de los nativos, tumba
de la conciencia. En la mujer, este órgano falta; en consecuencia, actúa sin
motivo, y su conciencia, desprovista de sepultura, queda siempre viva,
confesando los pecados de otros.
Botánica, s. Ciencia de los vegetales,
comestibles o no. Se ocupa principalmente de las flores, que generalmente están
mal diseñadas, tienen colores poco artísticos y huelen mal.
Boticario, s. Cómplice del médico,
benefactor del sepulturero, proveedor de los gusanos del cementerio.
Brahma, s. Creador de los hindúes, que
son preservados por Vishnu y destruidos por Siva; división del trabajo más
prolija que la que encontramos en las divinidades de otras naciones. Los
abracadabrenses, por ejemplo, son creados por el Pecado, mantenidos por el Robo
y destruidos por la
Locura. Los sacerdotes de Brahma, como los de Abracadabra,
son hombres santos y sabios, que jamás incurren en una maldad.
Bruja, s. (1) Mujer fea y repulsiva
en perversa alianza con el demonio. (2) Muchacha joven y hermosa, en perversa
alianza con el demonio.
Brujería, s. Antiguo prototipo de la
influencia política. Gozaba, sin embargo, de menos prestigio, y a veces era
castigada con la tortura y la muerte. Augustine Nicholas cuenta que un pobre
campesino acusado de brujería fue sometido a tortura para que confesara. Tras
los primeros castigos, el pobre admitió su culpa, pero preguntó ingenuamente a
sus verdugos si no era posible ser un brujo sin saberlo.
Bruto, s. Ver Marido.
Bueno, adj. Sensible, señora, a los
méritos de este autor. Advertido, señor, de las ventajas de que lo dejen solo.
Bufón, s. Antiguamente, funcionario
adscripto a la corte de un rey, cuya función consistía en divertir a los
cortesanos mediante actos y palabras ridículas, cuyo absurdo era atestiguado
por sus abigarradas vestiduras. Como el rey, en cambio, vestía con dignidad, el
mundo tardó varios siglos en descubrir que su conducta y sus decretos eran lo
bastante ridículos como para divertir no sólo a su corte sino a todo el mundo.
Al bufón se le llamaba comúnmente “tonto” (“fool”), pero los poetas y
los novelistas se han complacido siempre en representarlo como una persona
singularmente sabia e ingeniosa. En el circo actual, la melancólica sombra del
bufón de la corte deprime a los auditorios más modestos con los mismos chistes
con que en su época de esplendor ensombrecía los marmóreos salones, ofendía el
sentido del humor de los patricios y perforaba el tanque de las lágrimas
reales.
1.007. Briece (Ambrose)
[1]
Recuérdese que bastonada es una especie de tormento que consiste en golpear con
un bastón las plantas de los pies.
[2] Los
padres Peregrinos o Pilgrim Fathers fundaron la primera colonia deNueva
Inglaterra, origen de los Estados Unidos.
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