-Doctora, me
encuentro desesperado.
-Doctora
necesito ser rico -Me confesaba S-12-D -me siento como una hormiga y odio las
hormigas. Me han dicho que usted puede ayudarme. Dígame oh, por favor doctora
como puedo ser rico. Doctora estoy realmente destrozado. Sí en un plazo de
tiempo razonable no entro en el club de las clases adineradas me pego un tiro.
Estoy realmente desesperado Doctora. Ayúdeme, ayúdeme.
-Tranquilícese
señor S-12-D. Vayamos por partes. Y adentrémonos en su personalidad, con la
razón que solo hombres como usted y mujeres como yo podemos hacerlo.
-En primer
lugar le formulare una pregunta muy sencilla y usted me la responderá con un si
o un no. Ha entendido. Solo me responderá con un sí o un no. O si lo prefiere
con un afirmativo o negativo. Me ha entendido, porque esto es muy importante.
Afirmativo o negativo. Si o No. ¿Entendido? Bueno pues entonces hay va la
pregunta:
-¿Usted quiere
realmente pertenecer a las clases adineradas?
-¡Afirmativo!
-No cabe duda
que tiene el consciente preparado para llegar ha codearse con ese tipo de
gentes. Bueno, algo muy importante ya sabemos. Una parte de usted quiere
realmente hacerse rico. Veamos ahora si la otra parte de usted quiere lo mismo.
-Le aseguro
Doctora que todo mi ser quiere la riqueza.
-Frase bonita
sin duda, pero eso, permítame que lo juzgue yo y así quizás pueda salir de esta
clínica con la solución a su problema.
-Como usted
diga Doctora.
-Veamos. Sin
duda su caso es muy particular, no por el fondo sino por la forma. ¿Me entiende
Verdad?
-No sé
exactamente, Doctora Carlota.
-No se
preocupe, vamos avanzando. Ahora le formulare otra pregunta. Esta va dirigida a
su consciente y ha su subconsciente. Su contestación carecerá por completo de
la intriga. Es decir será sincera y clara como el agua destilada. ¿Entendido?
-Sí Doctora
Carlota.
-Vamos pues y
ponga toda su atención.
-Una mañana
espléndida de mayo, su teléfono empieza a sonar con ese timbre tan familiar.
Descuelga su aparato, he inmediatamente después, una agradable voz le comunica
que, el excelentísimo señor alcalde de su ciudad desea hablar con usted.
Inmediatamente después, esta personalidad le invita ha dar una conferencia en
el teatro principal. El tema de la conferencia, es precisamente el que usted
domina a la perfección. Se sabe experto en su materia preferida y por
consiguiente su exposición resultara con seguridad un rotundo éxito. Así pues,
no duda en aceptar la invitación. Cuando recibe la carta donde le comunican
formalmente la invitación a dar la conferencia lee usted lo siguiente:
-Estimado
señor S-12-D. Nos sentimos realmente satisfechos de invitarle ha que nos
exponga en el teatro principal sus sapientísimos conocimientos sobre el devenir
del hombre en un mundo globalizado.
-Permítanos pensar que, siendo usted una
persona de categoría excepcional, quizás preferiría elegir su auditorio.
-Comuníquenos
por favor si desea que sus sapientísimos conocimientos sean escuchados por
ciudadanos de la clase media, por honrados contribuyentes, que tienen que hacer
verdaderos esfuerzos para comprar a sus hijos ese juguete que sale
continuamente en la pantalla del televisor. O por contra se sentiría mas
satisfecho si da su ilustrada conferencia en exclusiva ha nuestro amado
presidente y al multimillonario señor que nos visitara en breve.
-Se organizara
una fiesta en su honor. A este convite asistirán las dos mil ochocientas
personas de la clase media de la ciudad. Si es que usted lo elige así. O por
contra, tomara champán francés con los dos hombres más poderosos de nuestro
maravilloso astro azul. Esperando su capricho le saludamos atentamente. La
comisión de la conferencia.
-Bueno ya esta
formulada la pregunta.
-Es extraña
sin duda Doctora Carlota.
-No, no es tan
extraña como usted piensa, es simplemente la llave que nos abrirá su
subconsciente para así, yo darle la receta adecuada ha su problema.
-Como usted
diga Doctora Carlota. Ya sabe que estoy desesperado.
-Si lo sé y sé
que se siente una hormiga, pero usted vino a mi clínica con un problema y yo
sin duda lo solucionare.
-Me consuela
Doctora Carlota, me consuela.
-Veamos.
Escúcheme. ¿Que prefiere usted? Dar esa supuesta conferencia a las dos mil
ochocientas personas de la clase media o al presidente y a el millonario?. No,
no conteste a la ligera. Medite unos minutos, pero eso si su respuesta tendrá
que ser sincera y clara como agua destilada. ¿Entendido?
-Sí Doctora
Carlota.
-Magnífico
entonces ... (Unos minutos después)
-¡Doctora! No
sé, no sé. Me pone usted en un aprieto.
-¿Quién no se
siente apretado alguna vez en su vida?. Valor señor S-12-D.
-No puedo
contestar, Doctora Carlota Adams, me mareo, me mareo si pienso profundamente en
ella.
-Su consciente
y su subconsciente están luchando a muerte pero es necesario una respuesta de
lo contrario nada puedo hacer por usted. Tiene que decirme claramente que es lo
que quiere. Entendido.
-Doctora,
Doctora, no puedo la duda me marea.
-Señor S-12-D
siento decirle que, si usted no es capaz de encontrar una respuesta ha esta pregunta
fundamental, se sentirá una hormiga hasta el resto de sus días.
-Doctora no me
diga eso. Si usted no es capaz de encender una luz en el oscuro túnel en que me
encuentro, no sé, no sé realmente que pueda ser de mí. Quiero pertenecer a las
clases adineradas y usted solo usted, puede darme tan estimada formula.
-Permítame
decirle señor S-12-D es usted un obstinado. Mi capacidad intelectual tiene unos
limites. Ha fin de cuentas soy de carne Y hueso, pero esta bien. A pesar de que
me oculta la respuesta a tan fundamental pregunta yo le diré lo siguiente.
-En el caso de
que usted señor S-12-D prefiera dar la conferencia en el teatro, principal a
las dos mil ochocientas personas de la clase media, que asombradas por su
sapientísima platica, le aplaudan, le vitoreen y usted se sienta él más feliz
de los mortales. Le diré que, esa respuesta jamás la respondería una persona
que realmente quiera pertenecer a las clases adineradas. Mejor Serra que cuando
salga de mi clínica compre unos cuantos boletos de lotería, pues, la única
forma de que usted llegue ha ser rico es que le toque el gordo.
-Si realmente
desea ser rico, tiene que elegir sin dudar un instante, dar la conferencia al
presidente y al multimillonario. Mas vale la calidad que la cantidad señor
S-12-D. Cuando salga de esta clínica intente entablar amistad con las personas
adecuadas. Ay un dicho que dice: A quien buen árbol se arrima, buena sombra le
cobija. Y cuanto más frondoso es el árbol, más grande y fresca es su sombra. Si
realmente quiere ser rico recuérdelo.
-Y ahora señor
S-12-D permítame decirle que, para mí ha sido un placer escuchar su problema, y
estoy convencida que si lleva ha la practica mis consejos no tardara en
pertenecer al club de las clases adineradas y lo más importante se sentirá un
hombre y no una hormiga.
FINAL DE LA
CONSULTA DEL PACIENTE S-12-D.
1.010. Mingo (Eusebius)
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