-¿Es usted la doctora Carlota
Adams?
-En cuerpo y alma. Y usted es la
señora A-6-N. Me equivoco?
-Así es Doctora, Soy la señora
A-6-N. Me habían dicho que es usted una persona absolutamente genial, pero
jamás habría imaginado que supiera quien soy.
-Mi secretaria es muy eficiente
-Que estúpida soy. Claro llame por
teléfono para pedir hora. Eso es, claro. Llevo una temporada que no sé ni donde
vivo.
-No le quepa duda que soy una siquiatra
de categoría Excepcional, modestia aparte, mi agenda se ocupa de posibles
accidentes. Escuche. A las dieciséis horas del día martes 19, consulta con la
señora A-6-N. Tema a tratar. Particular. Observaciones: Timbre de voz agradable
y educada. Cuenta corriente saneada.
-¿Que quiere decir timbre de voz
agradable y educada y cuenta corriente no sé que más?
-No se preocupe por ello. Son notas
profesionales entre secretaria y doctora.
-Pero no entiendo, bueno si
entiendo lo del timbre de voz agradable y educado, pero, que sepa si mi cuenta
corriente esta saneada o no la verdad me deja perpleja.
-No se preocupe por ello, a un buen
numero de pacientes les ocurre lo mismo. En fin cuénteme, en que puedo
ayudarla.
-Doctora quiero que me confirme si
tengo realmente una depresión o son suposiciones mías.
-Magnifico, Magnifico.
-No entiendo Doctora.
-Digo magnifico porque siendo una
siquiatra digamos completa. Mi especialidad son las depresiones. Tenga en
cuenta que yo he encendido muchas luces en el oscuro laberinto de las
depresiones humanas. Pero esta feo hablar de los éxitos de uno, centrémonos en
su problema.
-Como le digo, no sé, si realmente
tengo depresión.
-Vamos ha ver. Contésteme
sinceramente. Es usted caprichosa.
-En realidad pienso que como
cualquier mujer. Que mujer no es caprichosa.
-Entonces, es caprichosa.
-No sé, quizás doctora ¿usted que
cree?.
-Sinceramente A-6-N y sin animo de
ofenderla, creo que sí.
-Pues si usted lo dice que es la
experta Serra cierto. Aunque la verdad nunca me había planteado ese aspecto de
mi personalidad. Lo único que me preocupa es si tengo depresión o no.
-Paciencia. Todo se andará. Como
comprenderá tengo que hacer una valoración precisa de usted para no errar en mi
diagnostico. No querrá que le diga que tiene depresión y cuando salga de mi
consulta le dé por saltar al carril de autobuses. No querrá usted eso verdad.
-Como voy se me va ha ocurrir
semejante barbaridad doctora, hoy por hoy la vida me resulta agradabilísima.
-Fantástico, fantástico.
-Que es tan fantástico doctora.
-Su depresión señora A-6-N.
-Doctora. Cuando se enteren mis
amigas que me ha diagnosticado una depresión, no sé que va ha ser de mí. Usted
me cree capaz de soportar todos los dimes y diretes que dirán de mí. Ya me
muero de curiosidad por saberlo.
-Yo no he dicho tal cosa. No
adelante acontecimientos.
-Perdone, pero, me encuentro
realmente nerviosa. A Dos de mis mejores amigas les diagnosticaron depresión.
Estaban insoportables. Se creían la reina de Saba. Usted doctora ha tenido
alguna vez depresión.
-Yo señora A-6-N ese lujo de
depresión todavía no puedo permitírmela. Mi cuenta corriente aun estando
saneada no llega a esos extremos.
-Pues, a una amiga MIA le dijo su
siquiatra, que cobra fortunas por sesión, que la depresión no distingue entre
ricos y pobres y que es una enfermedad tan sutil que todavía no ha nacido
artista que sepa llevarla a un lienzo, sin caer en el drama.
-Sin duda el siquiatra que atiende
a su amiga es una persona ilustrada.
-Eso no lo sé, la verdad estuve a
punto de ir a su consultorio. Luego lo pensé mejor y me decidí por usted,
Doctora Carlota. No sé si lo sabrá pero es usted muy conocida. Todo el mundo
sabe quien es la
Doctora Carlota Adams. Incluso el siquiatra de esta amiga mía
dice de usted que es francamente buena.
-Me halaga señora A-6-N.
-Es simplemente la verdad. Y le voy
ha decir más. Me alegro de haber venido. Y quien sabe, quizás mi amiga deje ha
ese vejestorio y venga a su consulta. Si, realmente estoy encantada de haber
venido, además sí como dijo, es usted especialista en depresiones, mejor que
mejor.
-Y no solo especialista sino
también descubridora del comportamiento de los entes que pululan por las mentes
humanas.
-Perdóneme, Doctora pero mi
ignorancia no me permite entenderla.
-En psiquiatría llamamos entes a
los sentimientos, estos son los causantes de las enfermedades mentales. De las
depresiones como la de su amiga.
-O como la mía.
-Eso todavía es pronto para
confirmarlo señora A-6-N.
-Pero para usted es sencillo. Esta
familiarizada con los sentimientos, con esos entes que dice.
-No es tan sencillo como parece dar
con él diagnostico acertado, los sentimientos, son entes muy difíciles de
educar, puesto que van y vienen por las mentes de manera tan caprichosa como el
tiempo en primavera. Son como fantasma anárquicos y no dudan en reírse, si eso
les place, tanto de los necios como de los sabios. Son tan extraordinarios que
aun a mí, hay ocasiones que me hacen dudar entre la realidad y la fantasía.
-Doctora me deja usted de piedra. Y
usted cree que yo tengo esos entes anárquicos dentro de mí. No por dios. Eso le
aseguro que es imposible.
-Pronto lo sabremos.
-La verdad doctora no me haría
ninguna gracia. Siempre he sido una persona equilibrada. Como voy ha tener
entes anárquicos y menos fantasmas. Imposible doctora imposible.
-Las personas somos un mundo. Quien
sabe señora A-6-N. Quien sabe.
-Usted lo tiene que saber doctora.
Es una especialista. Usted descubrió a esos animalejos que no respetan ni a los
sabios. La verdad, doctora me entran escalofríos solo pensarlo.
-Tranquilícese, pues, pienso que
los entes, o animalejos como los llama usted, todavía no han anidado en su
mente.
-Solo lo piensa doctora. Por dios
no podría confirmármelo. No sé si he echo bien en venir ha verla. Me ha
asustado Doctora Carlota, de verdad me ha asustado.
-Le repito que debe tranquilizarse.
-Me es difícil tranquilizarme
doctora. Que disgusto, fantasmas y anarquistas. Son dos entes, como usted los
llama que yo le aseguro aborrezco con todas mis fuerzas. Si la depresión esta
hecha de esa Pasta, yo con seguridad no la tengo. Y le diré mas, siempre pensé
que la depresión de mi amiga era una pose, para llamar la atención. Que
equivocada estaba. Ahora entiendo porque sé pirria por los fantasmas y por los
jóvenes que se dicen anarquistas. Realmente no he sido justa en mi juicio.
-En tal caso señora A-6-N. Puedo
confirmarle que usted se encuentra perfectamente. Su salud mental esta
garantizada para unos cuantos años, siempre y cuando claro esta no sufra un
desafortunado accidente que como usted adivina nadie desea. Así pues. Regrese
ha su vida normal. Mi secretaria con gusto le acompañara.
-Muchas gracias Doctora Carlota.
Jamás se lo agradeceré lo suficiente.
-Adiós y vaya tranquila A-6-N.
Adiós, adiós.
FINAL DE LA CONSULTA A-6 -N
1.010. Mingo (Eusebius)
No hay comentarios:
Publicar un comentario