-Doctora estuve en él medico de
cabecera y me aconsejo que la visitara, así pues, aquí me tiene. El doctor X,
dice que mi mal, solo usted puede sanar. Doctora Carlota, me encuentro sin
fuerzas, mi corazón siempre bombeo rápido, seguro y poderoso. Presumía de tener
un corazón a prueba de bombas, pero ahora doctora... me bombea a cámara lenta.
Entre latido y latido podría hacer cualquier cantidad de cosas, pero no tengo
fuerzas. Además me cuesta abrir los ojos. Doctora cuanto hay a mí alrededor me
resulta indiferente.
-Vamos por partes señor X-13-P.
-Como usted diga Doctora.
-Estupendo. A continuación, usted
contestara algunas preguntas muy sencillas que yo le formulare.
-Como usted diga doctora.
-Muy bien señor X-13-P. Vamos allá.
Primera pregunta: Le cuesta ha usted levantarse por la mañana.
-No entiendo Doctora
-Es muy sencillo señor X-13-P. Le
repito la pregunta. Usted por las mañanas se levanta como todas las personas
normales hacemos cada día. Bueno, cuando llega ese momento ha usted le resulta
un esfuerzo, digamos sobrehumano realizarlo, es decir incorporarse del lecho
para empezar las tareas cotidianas de un día cualquiera de su vida.
-Entiendo doctora. Que torpe
-Estupendo señor X-13-P. Y por
cierto no es usted torpe. Quizás yo no me exprese con claridad.
-No doctora sin duda soy yo el
culpable.
-Se equívoca aquí nadie es
culpable. Ahora centrémonos en la pregunta que le formule.
-Doctora, perdóneme pero se me ha
ido es santo al cielo.
-No tiene importancia X-13-P.
Ahora, intente centrar su atención. Volvamos al principio. Pregunta: le cuesta
ha usted levantarse por las mañanas.
-Ha ya recuerdo... Que si me
resulta un esfuerzo sobrehumano emprender las labores cotidianas. No es eso
doctora.
-Así es Señor X-13-P. Y que
contesta.
-No, a secas no vale Señor X-13-P.
Platíqueme más. No, a secas es una contestación digamos mísera, usted no es un
mísero, así pues, extiéndase y dígame algo mas al respecto.
-Como usted diga doctora.
-Vamos pues platique.
-Doctora por las mañanas me levanto
como siempre lo hice, sin preocuparme de pisar primero con el pie derecho o el
izquierdo. En ese sentido no soy supersticioso. Me incorporo de la cama sin
mas, no doy importancia al echo de levantarme de la cama, nada de nada. Yo
diría que me levanto por inercia y del esfuerzo sobrehumano del que usted
Doctora Carlota me habla, yo no lo noto en absoluto.
-Muy bien señor X-13-P.
-Contenta pues con mi respuesta
Doctora.
-Contentísima diría yo. Ahora
centrémonos en la segunda pregunta.
-Perfectamente doctora. Concentrado
estoy.
-Fantástico, fantástico señor
X-13-P. Vamos allá, segunda pregunta. Después de desayunarse se siente con
ganas de emprender la lucha diaria por conseguir el dinero necesario para pagar
sus facturas.
-No doctora. En ese punto ya no
pienso. El dinero ya no me importa.
-Es usted entonces un hombre rico,
adinerado, no es así.
-No doctora, sencillamente tengo
una pequeña renta, y con eso voy tirando.
-Muy bien, muy bien señor X-13-P
-Carece entones de trabajo.
-Y le doy gracias ha dios todos lo
días por ello doctora.
-Curioso, muy curioso.
-Si en cierta manera es curioso
Doctora.
-Claro esta señor X-13-P usted no
esta casado.
-Lo ha adivinado doctora.
-Y le gustaría
-Ya sabe lo difícil que es
encontrar a una mujer que quiera compartir su vida con un rentista de quinta
categoría.
-Quinta categoría. ¿Porque dice
quinta categoría?.
-Sencillamente por la pequeña renta
que tengo. No me quejo, pero no hay mujer que se conforme con ella. Y ganar mas
dinero me resulta desde luego imposible.
-Señor x-13-P, lo esta haciendo muy
bien. Ahora dígame conduce, quiero decir si tiene automóvil.
-Si doctora, pero no se ha que
viene eso.
-Señor X-13-P. Todas mis preguntas
tienen capital importancia para poderle ayudar, recuerde que esta aquí porque
no tiene fuerzas y su corazón bombea muy lentamente. Esas son sus palabras. Y
además que su medico de cabecera le ha mandado ha mis servicios, así que no
especule con que si mis preguntas son o no son acertadas o si tienen que ver
con su enfermedad. Todas, absolutamente todas tienen que ver con su enfermedad.
Le ruego que no vuelva ha dudar de mis métodos o me veré obligada ha mandarle
de vuelta a su medico de cabecera o algún colega mío especializado en
enfermedades seudo efímeras.
-Perdóneme doctora, perdóneme. Soy
un perfecto estúpido.
-Pare señor X-13-P y sigamos con el
tratamiento. Recuerde que es usted un enfermo y yo su doctora.
-Como usted diga doctora Carlota
como usted diga.
-Vamos pues. Insisto, tiene usted
automóvil.
-Si doctora, tengo uno pequeño de
fabricación Japonesa.
-Platíqueme más señor X-13-P.
-Bueno doctora la verdad es que no
sé si es japonés o chino. Para mí la raza amarilla me resultan todos iguales.
-Espléndido señor X-13-P de que
color es su automóvil.
-La verdad doctora es que fue
plateado pero ya esta tan golpeado y arañado después de tantos años que parece
gris. Además me deja tirado cada dos por tres.
-Espléndido señor X-13-P
-Como usted diga doctora.
-Si X-13-P es espléndido. Ahora
dígame. Cuando se avería su automóvil, se siente usted un hombre si estrella y
la ira nubla su mente. Cosa muy común en los tiempos en que nos ha tocado
vivir.
-No doctora Carlota, ya no. Las
primeras veces si des de luego, recuerdo que me ponía furioso y con seguridad
habría estrangulado ha cualquiera que me hubiese dicho algo en esos momentos
terribles. Verse él la cuneta de una carretera junto a tu automóvil averiado es
desde luego una experiencia desagradable. Saber que los automovilistas que
pasan como flechas mirándote con ojos ciegos de soberbia diciendo. Desgraciado
que haces hay, gástate el dinero, trabaja y cómprate un automóvil que jamás te
deje en la carretera. Si desde luego quedarse tirado en la carretera es una
experiencia traumática y hoy sin duda insolidariza. Si hace tiempo me resultaba
horrible pensar en lo que pensaban los ciudadanos que como flechas pasaban
delante de mí en sus nuevísimos he impecables automóviles. Pero ya no doctora.
Cuando me vuelva ha suceder sin duda, esperare paciente el rescate de la grúa y
no me importara los pensamientos de los automovilistas porque sé que son
producto de una mente privilegiada y por tanto carecen de valor.
-Fantástico, fantástico Señor
X-13-P.
-Si doctora Carlota muchas veces
pienso que mi automóvil es realmente Fantástico.
-Muy bien, muy bien. Ahora
escúcheme con atención.
-La escucho Doctora.
-Come usted bien
-No sé Doctora. Como dos veces al
día. No mucha cantidad. Pero sin duda me gusta la buena mesa.
-Señor X-13-P. Escúcheme con
atención, porque esto es muy importante.
-Estoy absolutamente concentrado
doctora Carlota y con seguridad le digo que no volveré ha dudar de cualquier
pregunta que me formule.
-Correcto, correcto. Dígame
entonces que piensa usted cuando esta comiéndose un pez.
-¿Un pez doctora?
-Si un pescado, Señor X-13-P, que
piensa usted cuando saborea una exquisita merluza de aguas frías, cuyo precio
en él, mercado hace temblar los bolsillos de las clases medias.
-Sin duda es una pregunta extraña
doctora y la verdad no se como contestarla.
-Haga un esfuerzo X-13-P.
-Tengo que decirle que pocas veces
como merluza y menos de aguas frías.
-Le exijo un esfuerzo de memoria
señor X-13-P, este asusto es de capital importancia para solucionar el problema
que ha venido a tratarse.
-Ay doctora si yo recordara la
ultima vez que tome merluza todo seria mas sencillo.
-Inténtelo señor X-13-P, insisto
que es de capital importancia.
-Vamos ha ver, vamos ha ver. Ah, ya
recuerdo que torpe soy, fue en la boda de mi sobrina Magnifica merluza. Si
magnifico pez.
-Fantástico Señor X-13-P. Platique
pues.
-Recuerdo que cuando saboreaba
aquella magnífica merluza un sabor agridulce inundo mis sentidos. Por una parte
el sabor me encandilaba pero cuando pensaba en el esfuerzo económico que mi
sobrina tuvo que hacer para invitarnos a tal manjar, note ya se lo he dicho un
sabor agridulce. Recuerdo que comente a los que estaban conmigo en la mesa lo
que acabo de decirle y me miraron con ojos que echaban chispas. Alguna dijo que
mal gusto tenia el tío de la novia.
-Bueno, bueno señor X-13-P, quizás
todavía podamos hacer algo
-Perdone Doctora no la he
escuchado.
-No se preocupe hablaba para mis
notas. Dígame Señor X-13-P. Cuando entro en la clínica, sin duda le abrió la
puerta mi secretaria. Esa chica, y esto que quede entre nosotros, el mes pasado
fue portada de la revista F, que como usted sabe es una edición especializada
en él publico masculino. ¿Que le parece mí secretaria, señor X-13-P?.
-Desde luego me pareció una mujer
espectacular y la lencería que lleva parece fabricada a propósito para ella. No
me cabe duda que hace unos meses me habría abalanzado sobre ella, las mujeres
hermosas en lencería fina me resultaban irresistibles, pero hoy doctora
Carlota...bueno usted me entiende.
-Señor X-13-P. Dígame por que ha
frenado esos impulsos.
-No me he frenado Doctora. Ni
siquiera altero mi lento ritmo cardiaco. Doctora Carlota me veo y no me
reconozco.
-Curioso, muy curioso.
-Perdone no la escucho, ah seguro
que habla para sus notas..
-Así es X-13-P, así es. Ahora
dígame sinceramente. Se encuentra usted cansado.
-No doctora estoy bien su diván es
comodísimo.
-Dígame. Últimamente su estado de
animo se altera cuando ve como las personas mas o menos cercanas ha usted, ríen
alegremente, pues la vida para ellas es maravillosa.
-Para nada doctora. Solo veo
mascaras de cera a mí alrededor. Nada ni nadie altera mi ritmo cardiaco.
-Escúcheme, señor X-13-P. Se
acabaron las preguntas, ya tengo suficientes datos para decirle sin ningún
genero de dudas el tratamiento que debe usted seguir, para sanarse de ese mal
que le trajo a mi consulta. Usted sufre de "Amnesia Capital
progresiva". Y si no ponemos remedios. A corto plazo su corazón dejara
definitivamente de latir y su mente sé abr endurecido como el hielo. Es sin
duda La "Amnesia Capital progresiva" una enfermedad terrible, pero o
por ello incurable. A sí pues, escuche con atención y siga a pies juntillas las
indicaciones que ha continuación le diré.
-Así lo haré Doctora Carlota.
-El próximo fin de semana, se
enfrentan los dos grandes equipos de la ciudad. Usted comprara una entrada para
ver el fútbol, pero la comprara en la reventa, entendido, en la reventa. Una
entrada media, que pagara sin duda como la mas cara. A continuación, se
instalara en la localidad asignada y esto es muy importante. Tomara partido por
uno de los dos equipos, es decir saltara de alegría cuando su favorito tenga la
pelota y chillara histérico aun más insultara a los jugadores del equipo
contrario a su favorito. En el descanso del partido se comerá un bocadillo que
previamente abría comprado en el bar de la esquina del estadio y se beberá el
litrón de vino que también compro antes de entrar al estadio. Ofrecerá a las
personas de su bebida si estas son de su equipo favorito y mirara con
suficiencia a los aficionados del equipo que intenta ganar al suyo. Y grite,
grite todo cuanto pueda y salte no le importe que se derrame el vino ni que las
migajas del bocadillo caigan sobre las personas que están a su alrededor. Lo
importante es que grite mucho y muy alto. Hasta quedar afónico. Entendido señor
X-13-P.
-Entendido Doctora Carlota.
-Muy bien, entonces. Sin duda la
"Amnesia Capital Progresiva" que padece, el próximo lunes quedara
sanara. Y eso si visita a su medico de cabecera para que le receta algo para la
garganta con seguridad usted tendrá una leve afonía pero no se preocupe
comparado con la "Amnesia Capital Progresiva" que ahora padece, su
futura afonía la llevara sin duda muy alegremente.
FINAL DE LA CONSULTA DEL PACIENTE
X-13-P
1.010. Mingo (Eusebius)
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