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martes, 18 de junio de 2013

Doctora carlota adams - Consulta del paciente X-13-P

-Doctora estuve en él medico de cabecera y me aconsejo que la visitara, así pues, aquí me tiene. El doctor X, dice que mi mal, solo usted puede sanar. Doctora Carlota, me encuentro sin fuerzas, mi corazón siempre bombeo rápido, seguro y poderoso. Presumía de tener un corazón a prueba de bombas, pero ahora doctora... me bombea a cámara lenta. Entre latido y latido podría hacer cualquier cantidad de cosas, pero no tengo fuerzas. Además me cuesta abrir los ojos. Doctora cuanto hay a mí alrededor me resulta indiferente.
-Vamos por partes señor X-13-P.
-Como usted diga Doctora.
-Estupendo. A continuación, usted contestara algunas preguntas muy sencillas que yo le formulare.
-Como usted diga doctora.
-Muy bien señor X-13-P. Vamos allá. Primera pregunta: Le cuesta ha usted levantarse por la mañana.
-No entiendo Doctora
-Es muy sencillo señor X-13-P. Le repito la pregunta. Usted por las mañanas se levanta como todas las personas normales hacemos cada día. Bueno, cuando llega ese momento ha usted le resulta un esfuerzo, digamos sobrehumano realizarlo, es decir incorporarse del lecho para empezar las tareas cotidianas de un día cualquiera de su vida.
-Entiendo doctora. Que torpe
-Estupendo señor X-13-P. Y por cierto no es usted torpe. Quizás yo no me exprese con claridad.
-No doctora sin duda soy yo el culpable.
-Se equívoca aquí nadie es culpable. Ahora centrémonos en la pregunta que le formule.
-Doctora, perdóneme pero se me ha ido es santo al cielo. 
-No tiene importancia X-13-P. Ahora, intente centrar su atención. Volvamos al principio. Pregunta: le cuesta ha usted levantarse por las mañanas.
-Ha ya recuerdo... Que si me resulta un esfuerzo sobrehumano emprender las labores cotidianas. No es eso doctora.
-Así es Señor X-13-P. Y que contesta.
-No, a secas no vale Señor X-13-P. Platíqueme más. No, a secas es una contestación digamos mísera, usted no es un mísero, así pues, extiéndase y dígame algo mas al respecto.
-Como usted diga doctora.
-Vamos pues platique.
-Doctora por las mañanas me levanto como siempre lo hice, sin preocuparme de pisar primero con el pie derecho o el izquierdo. En ese sentido no soy supersticioso. Me incorporo de la cama sin mas, no doy importancia al echo de levantarme de la cama, nada de nada. Yo diría que me levanto por inercia y del esfuerzo sobrehumano del que usted Doctora Carlota me habla, yo no lo noto en absoluto.
-Muy bien señor X-13-P.
-Contenta pues con mi respuesta Doctora.
-Contentísima diría yo. Ahora centrémonos en la segunda pregunta.
-Perfectamente doctora. Concentrado estoy.
-Fantástico, fantástico señor X-13-P. Vamos allá, segunda pregunta. Después de desayunarse se siente con ganas de emprender la lucha diaria por conseguir el dinero necesario para pagar sus facturas.
-No doctora. En ese punto ya no pienso. El dinero ya no me importa.
-Es usted entonces un hombre rico, adinerado, no es así.
-No doctora, sencillamente tengo una pequeña renta, y con eso voy tirando.
-Muy bien, muy bien señor X-13-P
-Carece entones de trabajo.
-Y le doy gracias ha dios todos lo días por ello doctora.
-Curioso, muy curioso.
-Si en cierta manera es curioso Doctora.
-Claro esta señor X-13-P usted no esta casado.
-Lo ha adivinado doctora.
-Y le gustaría
-Ya sabe lo difícil que es encontrar a una mujer que quiera compartir su vida con un rentista de quinta categoría.
-Quinta categoría. ¿Porque dice quinta categoría?.
-Sencillamente por la pequeña renta que tengo. No me quejo, pero no hay mujer que se conforme con ella. Y ganar mas dinero me resulta desde luego imposible.
-Señor x-13-P, lo esta haciendo muy bien. Ahora dígame conduce, quiero decir si tiene automóvil.
-Si doctora, pero no se ha que viene eso.
-Señor X-13-P. Todas mis preguntas tienen capital importancia para poderle ayudar, recuerde que esta aquí porque no tiene fuerzas y su corazón bombea muy lentamente. Esas son sus palabras. Y además que su medico de cabecera le ha mandado ha mis servicios, así que no especule con que si mis preguntas son o no son acertadas o si tienen que ver con su enfermedad. Todas, absolutamente todas tienen que ver con su enfermedad. Le ruego que no vuelva ha dudar de mis métodos o me veré obligada ha mandarle de vuelta a su medico de cabecera o algún colega mío especializado en enfermedades seudo efímeras.
-Perdóneme doctora, perdóneme. Soy un perfecto estúpido.
-Pare señor X-13-P y sigamos con el tratamiento. Recuerde que es usted un enfermo y yo su doctora.
-Como usted diga doctora Carlota como usted diga.
-Vamos pues. Insisto, tiene usted automóvil.

-Si doctora, tengo uno pequeño de fabricación Japonesa.
-Platíqueme más señor X-13-P.
-Bueno doctora la verdad es que no sé si es japonés o chino. Para mí la raza amarilla me resultan todos iguales.
-Espléndido señor X-13-P de que color es su automóvil.
-La verdad doctora es que fue plateado pero ya esta tan golpeado y arañado después de tantos años que parece gris. Además me deja tirado cada dos por tres.
-Espléndido señor X-13-P
-Como usted diga doctora.
-Si X-13-P es espléndido. Ahora dígame. Cuando se avería su automóvil, se siente usted un hombre si estrella y la ira nubla su mente. Cosa muy común en los tiempos en que nos ha tocado vivir.
-No doctora Carlota, ya no. Las primeras veces si des de luego, recuerdo que me ponía furioso y con seguridad habría estrangulado ha cualquiera que me hubiese dicho algo en esos momentos terribles. Verse él la cuneta de una carretera junto a tu automóvil averiado es desde luego una experiencia desagradable. Saber que los automovilistas que pasan como flechas mirándote con ojos ciegos de soberbia diciendo. Desgraciado que haces hay, gástate el dinero, trabaja y cómprate un automóvil que jamás te deje en la carretera. Si desde luego quedarse tirado en la carretera es una experiencia traumática y hoy sin duda insolidariza. Si hace tiempo me resultaba horrible pensar en lo que pensaban los ciudadanos que como flechas pasaban delante de mí en sus nuevísimos he impecables automóviles. Pero ya no doctora. Cuando me vuelva ha suceder sin duda, esperare paciente el rescate de la grúa y no me importara los pensamientos de los automovilistas porque sé que son producto de una mente privilegiada y por tanto carecen de valor.
-Fantástico, fantástico Señor X-13-P.
-Si doctora Carlota muchas veces pienso que mi automóvil es realmente Fantástico.
-Muy bien, muy bien. Ahora escúcheme con atención.
-La escucho Doctora.
-Come usted bien
-No sé Doctora. Como dos veces al día. No mucha cantidad. Pero sin duda me gusta la buena mesa.
-Señor X-13-P. Escúcheme con atención, porque esto es muy importante.
-Estoy absolutamente concentrado doctora Carlota y con seguridad le digo que no volveré ha dudar de cualquier pregunta que me formule.
-Correcto, correcto. Dígame entonces que piensa usted cuando esta comiéndose un pez.
-¿Un pez doctora?
-Si un pescado, Señor X-13-P, que piensa usted cuando saborea una exquisita merluza de aguas frías, cuyo precio en él, mercado hace temblar los bolsillos de las clases medias.

-Sin duda es una pregunta extraña doctora y la verdad no se como contestarla.
-Haga un esfuerzo X-13-P.
-Tengo que decirle que pocas veces como merluza y menos de aguas frías.
-Le exijo un esfuerzo de memoria señor X-13-P, este asusto es de capital importancia para solucionar el problema que ha venido a tratarse.
-Ay doctora si yo recordara la ultima vez que tome merluza todo seria mas sencillo.
-Inténtelo señor X-13-P, insisto que es de capital importancia.
-Vamos ha ver, vamos ha ver. Ah, ya recuerdo que torpe soy, fue en la boda de mi sobrina Magnifica merluza. Si magnifico pez.
-Fantástico Señor X-13-P. Platique pues.
-Recuerdo que cuando saboreaba aquella magnífica merluza un sabor agridulce inundo mis sentidos. Por una parte el sabor me encandilaba pero cuando pensaba en el esfuerzo económico que mi sobrina tuvo que hacer para invitarnos a tal manjar, note ya se lo he dicho un sabor agridulce. Recuerdo que comente a los que estaban conmigo en la mesa lo que acabo de decirle y me miraron con ojos que echaban chispas. Alguna dijo que mal gusto tenia el tío de la novia.
-Bueno, bueno señor X-13-P, quizás todavía podamos hacer algo
-Perdone Doctora no la he escuchado.
-No se preocupe hablaba para mis notas. Dígame Señor X-13-P. Cuando entro en la clínica, sin duda le abrió la puerta mi secretaria. Esa chica, y esto que quede entre nosotros, el mes pasado fue portada de la revista F, que como usted sabe es una edición especializada en él publico masculino. ¿Que le parece mí secretaria, señor X-13-P?.
-Desde luego me pareció una mujer espectacular y la lencería que lleva parece fabricada a propósito para ella. No me cabe duda que hace unos meses me habría abalanzado sobre ella, las mujeres hermosas en lencería fina me resultaban irresistibles, pero hoy doctora Carlota...bueno usted me entiende.
-Señor X-13-P. Dígame por que ha frenado esos impulsos.
-No me he frenado Doctora. Ni siquiera altero mi lento ritmo cardiaco. Doctora Carlota me veo y no me reconozco.
-Curioso, muy curioso.
-Perdone no la escucho, ah seguro que habla para sus notas..
-Así es X-13-P, así es. Ahora dígame sinceramente. Se encuentra usted cansado.
-No doctora estoy bien su diván es comodísimo.
-Dígame. Últimamente su estado de animo se altera cuando ve como las personas mas o menos cercanas ha usted, ríen alegremente, pues la vida para ellas es maravillosa.
-Para nada doctora. Solo veo mascaras de cera a mí alrededor. Nada ni nadie altera mi ritmo cardiaco.

-Escúcheme, señor X-13-P. Se acabaron las preguntas, ya tengo suficientes datos para decirle sin ningún genero de dudas el tratamiento que debe usted seguir, para sanarse de ese mal que le trajo a mi consulta. Usted sufre de "Amnesia Capital progresiva". Y si no ponemos remedios. A corto plazo su corazón dejara definitivamente de latir y su mente sé abr endurecido como el hielo. Es sin duda La "Amnesia Capital progresiva" una enfermedad terrible, pero o por ello incurable. A sí pues, escuche con atención y siga a pies juntillas las indicaciones que ha continuación le diré.
-Así lo haré Doctora Carlota.
-El próximo fin de semana, se enfrentan los dos grandes equipos de la ciudad. Usted comprara una entrada para ver el fútbol, pero la comprara en la reventa, entendido, en la reventa. Una entrada media, que pagara sin duda como la mas cara. A continuación, se instalara en la localidad asignada y esto es muy importante. Tomara partido por uno de los dos equipos, es decir saltara de alegría cuando su favorito tenga la pelota y chillara histérico aun más insultara a los jugadores del equipo contrario a su favorito. En el descanso del partido se comerá un bocadillo que previamente abría comprado en el bar de la esquina del estadio y se beberá el litrón de vino que también compro antes de entrar al estadio. Ofrecerá a las personas de su bebida si estas son de su equipo favorito y mirara con suficiencia a los aficionados del equipo que intenta ganar al suyo. Y grite, grite todo cuanto pueda y salte no le importe que se derrame el vino ni que las migajas del bocadillo caigan sobre las personas que están a su alrededor. Lo importante es que grite mucho y muy alto. Hasta quedar afónico. Entendido señor X-13-P.
-Entendido Doctora Carlota.
-Muy bien, entonces. Sin duda la "Amnesia Capital Progresiva" que padece, el próximo lunes quedara sanara. Y eso si visita a su medico de cabecera para que le receta algo para la garganta con seguridad usted tendrá una leve afonía pero no se preocupe comparado con la "Amnesia Capital Progresiva" que ahora padece, su futura afonía la llevara sin duda muy alegremente.

FINAL DE LA CONSULTA DEL PACIENTE X-13-P

1.010. Mingo (Eusebius)

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