Abstemius, que nos hizo conocer al loco vendedor de
sabiduría; ha guardado el recuerdo de un león del Atlas que concibió cierta
empresa magna para la cual movilizó todos sus vasallos.
Después de oir a sus ministros, convocó el consejo de
guerra, envió sus asesores, prebostes y corregidores a congregar las huestes
en las cercanías de Ain-Safra, Oídos los pareceres de los jefes de cuerpo,
quedó convenido que cada contingente emprendería y llevaría adelante las operaciones
utilizando su especialidad: los elefantes en columna de choque flanqueados por
los rinocerontes; los osos para el asalto de posiciones elevadas; las jirafas
con los micos para el cuerpo de señaleros y de observación; camellos y dromeda-rios
para el transporte; los castores para la construcción de puentes y dique,5; las
vizcachas, los conejos, las ratas y otros roedores para trabajos de minaa y
contramina; los zorros Candileja, Rondador y Zorrapastro, parientes del
malogrado Morisqueta, para la invención de nuevas estratagemas y ardides
bélicos; la mona, el macaco y sus congéneres para distraer la atención del
enemigo con sus monerías y macacadas. En fin, cada bicho recibió, según sus
aptitudes, el cargo y la ubicación más convenientes.
En una parte del campamento podía verse un conjunto de
liebres, antílopes y gamos:
-"Convendría, dijo un estratega, despachar a esta
gente medrosa, como lo dispone el Deuteronomio, pues está siempre a pique de
sufrir terrores pánicos, y ello podría acarrear-nos serios percances".
"¡Eso no!" rugió el león. "¿Quién
haría, sin ellos, el oficio de estafeta y de correo?"
En otro sector se divisaba una manada de borricos.
-"Esos asnos, gruñó otro estratega, para nada
servirán, ni siquiera para ponerse en salvo en caso de retirada".
-"¡Servirán para la retirada, si la hay, y
servirán para la marcha adelante!" volvió a rugir el león. "Un
ilustre pariente nuestro realizó en compañía de un asno tal cacería que ha pasado
a la historia. Esos jumentos, estratégicamente repartidos, espantarán con sus
trompetazos al enemigo".
Así veló el león para que su ejército estuviese dotado
de todos los cuerpos necesarios a la tropa en campaña.
"Cada
ser y cada cosa tienen su puesto marcado en la creación: un padre, un jefe, un
monarca prudentes saben dar a sus hijos, a sus subordinados, a sus vasallos, el
lugar y la tarea que más les convienen".
1.087. Deimiles (Ham) - 021
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