Harto de gloria y de hazañas, agobiado por la vejez
desencantada, abandonado de los suyos que se habían internado en el Sahara
argelino, extinguíase lentamente en su guarida, no lejos de Hassi-Tschia, un
león, otrora autócrata de la selva y del desierto que hoy cruzan los
automotores vulgares.
Cundió la noticia por la comarca, y más de cuatro
súbditos que venían antaño a adularlo, temiendo su valor y fuerza, decidieron
hacerle la postrera visita antes que emprendiese la partenza che non ha ritorno. El primero en llegar fué el cinocéfalo:
chilló, castañeteó, aulló, hizo cien macacadas, aplicó feroz mordisco al
enfermo, y se marchó.
En la puerta del antro topó con el búfalo que entraba
para un escarnecedor mugido y alumbrarle una cornada al viejo león; a su zaga
venían el lobo y el zorro que le hincaron los colmillos al yacente moribundo.
Así otros muchos sujetos bien aprovechados que otrora no habían osado, ni de
lejos, mirar ai rey de los animales. El desventurado león cada vez más débil,
taciturno y triste, vencido por la decrepitud, quiere morir sin quejarse, como
el valiente lobo de Alfred de Vigny acorralado por los cazadores, acribillado a
balazos y cosido a puñaladas, "porque viendo lo que uno ha sido sobre la
tierra y lo que se deja, sólo es grande el silencio; todo lo demás es flaqueza:
"Seul
le silence est grand; tout le reste est faiblesse".
Y cree oír la admonición futura del lobo, asesinado
por los hombres sin compasión: "Gemir, llorar, suplicar, es igualmente cobarde.
Cumple enérgica-mente tu larga y pesada tarea en el camino donde le plugo al
destino llamarte. Luego, como yo, sufre y muere sin hablar".
Tal era la resolución del león moribundo ; pero viendo
llegar el leopardo que le clavó las zarpas y tras él, entrar en su guarida el
asno para darle de coces, no pudo más:
"¡Es demasiado!" rugió con dolor; "de
buen grado acepto la muerte, pero tener que soportar tus afrentes es más que
morir".
"Tú
tampoco escaparás a la patada del burro. -¿Qué burro? ¡Hay muchos! "Asno
se es de la cuna a la mortaja". Tu inferior, tu igual, tu superior. ¿Acaso
no has dado tú también alguna coz. Por la posta te llegardá la réplica: tenlo
por seguro".
1.087. Deimiles (Ham) - 021
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