Conducía un hombre una carga de
pucheros y se le cayó uno de) carro sin que se diera cuenta. Una mosca se metió
dentro, y allí se quedó a vivir. Pasó un día, luego otro, hasta que apareció
por allí un mosquito y se le ocurrió llamar:
-¡Tras, tras! ¿Vive alguien dentro
de estos aposentos?
-Vivo yo, la mosca-rumorosa. ¿Y tú
quién eres?
-Soy el mosquito-zumbador.
-Quédate a vivir aquí.
Así vivieron los dos, hasta que
llegó correteando un ratoncito.
-¡Tras, tras! ¿Vive alguien dentro
de estos aposentos?
-Vivimos la mosca-rumorosa y el
mosquito-zumbador. ¿Y tú quién eres?
-Soy el que husmea por los
rincones.
-Quédate a vivir aquí.
Ya eran tres en la casita. Llegó
una rana pegando saltos y llamó:
-¡Tras, tras! ¿Vive alguien dentro
de estos aposentos?
-Vivimos la mosca-rumorosa, el
mosquito-zumbador y el que husmea por los rincones. ¿Y tú quién eres?
-Soy la que pega los chapuzones.
-Quédate a vivir aquí.
Eran ya cuatro en la casita. Llegó
una liebre y llamó:
-¡Tras, tras! ¿Vive alguien dentro
de estos aposentos?
-Vivimos la mosca-rumorosa, el
mosquito-zumbador, el que husmea por los rincones y la que pega los chapuzones.
¿Y tú quién eres?
-Yo soy un rayo cruzando el monte.
-Quédate a vivir aquí.
Aún llegó una zorra y llamó:
-¡Tras, tras! ¿Vive alguien dentro
de estos aposentos?
-Vivimos la mosca-rumorosa, el
mosquito-zumbador, el que husmea por los rincones, la que pega chapuzones y el
que es un rayo cruzando el monte. ¿Y tú quién eres?
-Yo soy lo más bello que se ve en
el campo.
-Quédate a vivir aquí.
Se presentó un perro y llamó:
-¡Tras, tras! ¿Vive alguien dentro
de estos aposentos?
-Vivimos la mosca-rumorosa, el
mosquito zumbador, el que husmea por los rincones, la que pega chapuzones, el
rayo cruzando el monte y lo más bello que se ve en el campo. ¿Y tú quién eres?
-Yo soy el que hace «guau».
-Quédate a vivir aquí.
El perro se metió en la casa, pero
aún vino un lobo y llamó:
-¡Tras, tras! ¿Vive alguien dentro
de estos aposentos?
-Vivimos la mosca-rumorosa, el
mosquito zumbador, el que husmea por los rincones, la que pega chapuzones, el
rayo cruzando el monte, lo más bello que se ve en el campo y también el que
hace «guau». ¿Y tú quién eres?
-El que acecha entre la maleza.
-Quédate a vivir aquí.
Y así fueron viviendo todos juntos.
Enterado de que existía aquella casa, también fue allá el oso y llamó. De su
llamada por poco se desbarata todo:
-¡Tras, tras! ¿Vive alguien dentro
de estos aposentos?
-Vivimos la mosca-rumorosa, el
mosquito-zumbador, el que husmea por los rincones, la que pega chapuzones, el
rayo cruzando el monte, lo más bello que se ve en el campo, el que hace «guau»
y también el que acecha entre la maleza. ¿Y tú quién eres?
-Soy lo más fuerte del bosque.
Se sentó encima del puchero y a
todos los aplastó.
Cuento popular ruso
1.001. Afanasiev (Aleksandr Nikolaevich)
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