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sábado, 22 de junio de 2013

Los mapuches (2)

Instrumentos musicales indígenas

La música araucana se caracteriza por una cadencia que remite al dolor y a la angustia. La vida de este pueblo no era fácil, sobrevivir en una tierra cubierta durante meses por la nieve implicaba una tenaz lucha cotidiana. Durante el tiempo de las tormentas y de los grandes fríos cuando debían mantenerse unidos y bajo techo, la música ocupaba entonces un lugar fundamental en ese contexto. En estas largas estadías, posiblemente se hayan dedicado a componer melodías y a idear con lo que tenían a su alcance, los instrumentos musicales que lograron transmitir, de generación en generación, la fuerza de su cultura.
La mayoría de estos instrumentos siguen deleitando al pueblo mapuche y a quien quiera escucharlos, algunos de ellos son: cultrun, pifilca, trutruca, quinquercahue o violín araucano, cullcull, pinquilhue, huala y cada‑cada.

Cultrun: es un tambor hecho con un tronco de madera ahuecado, con forma de timbal. Forrado con un cuero de caballo bien estirado. Se toca con un palito cuyo mango está adornado con hilos de colores.

Pifilca: flauta construida de madera o hueso, corta, y suena como un silbato. Se la lleva colgada del cuello mediante un cordón. En la actualidad, se la construye con tallas de madera de unos 30 a 40 centímetros. Al tubo cerrado en su extremo inferior, se lo perfora más o menos hasta la mitad de su largo. Emite un solo sonido, que se mezcla con el canto sin relación rítmica ni tonal con el resto.

Trutruca: su sonido se asemeja al bramido de un toro y simboliza la fuerza de la tribu. Está hecho de caña colihue y mide hasta cuatro metros de largo. Se ahueca la caña partiéndola por la mitad, luego se juntan las dos partes con hilos de lana y se la ferra con tripa de caballo. Por un extremo se sopla y por el otro se coloca un cuerno de vaca. Junto con el erke es el más grande aerófono existente en nuestro país. El lolquin es similar pero mucho más pequeño, se fabrica con la caña del cardo llamado troltro.

Quinquercahue: prácticamente ha desaparecido, tenía dos arcos (huesos de costilla) enhebrados entre sí por una sola cuerda de crines de caballo. Se tocaba apoyando uno de los arcos contra los dientes y el sonido, quejumbroso y doliente, se producía al pasar sobre él la cuerda del otro arco.

Cullcull: su misión era muy importante, esta corneta daba la señal de alarma ante una emergencia y también en guerra. Para su fabricación, luego de la llegada de los españoles, se usaban cuernos de buey.

Pinquilhue: uno de los instrumentos más antiguos, similar a un flautín. Se hacía con el tallo del colihue.

Huala: es una maraca construida con una calabaza que suena con semillas secas y a veces con piedritas.

Cada‑Cada: es una especie de sonaja, dos grandes conchas que suenan frotando sus bordes.

Muchos de estos instrumentos suelen tocarse, todos a la vez, durante las ceremonias rituales.

1.043. Parodi (Lautaro)

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