-¡Hurra! -gritaron los habitantes de El Havre,
abarrotando cada centímetro del muelle. El aire vibraba con gritos jubilosos,
campanas y música. La masa oscura que los había estado amenazando durante todo
el día con una posible muerte estaba descendiendo sobre el puerto y no sobre la
ciudad. Los barcos se hacían rápidamente a mar abierto. La masa negra que había
ocultado el sol durante tantos días chapuzó pesadamente (pesamment), entre
los gritos exultantes de la multitud y el tronar de la música, en las aguas del
puerto, salpicando la totalidad de los muelles. Inmediatamente se hundió. Un
minuto después había desaparecido toda traza de ella, exceptuando las olas que
cruzaban la superficie en todas direcciones. Tres hombres flotaban en medio de
las aguas: el enloquecido Bolvanius, John Lund y Tom Grouse. Fueron subidos
rápidamente a bordo de unas barquichuelas.
-¡No hemos comido en cincuenta y siete días! -murmuró
Mr. Lund, delgado como un artista hambriento. Y relató lo sucedido.
La isla de Johann Goth ya no existía. El peso de
los tres bravos hombres la había hecho repentinamente más pesada.
Dejó la zona neutral de gravitación, fue atraída
hacia la Tierra ,
y se hundió en el puerto de El Havre.
1.014. Chejov (Anton)
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