Hubo
una vez un vagón que tan cargado estaba de vino que se atoró en un hueco en el
camino tan fuertemente, que por más esfuerzo que se hiciera, no podía ser
puesto en movimiento.
Entonces sucedió que
pasó por allí Nuestra Señora, y cuando vio al pobre carretero con su problema,
le dijo:
-"Estoy cansada
y con sed. Dame un vasito de vino y desatascaré tu carreta."
-"Encantado" -replicó el carretero, "pero no tengo ningún vaso en el cual servirte el
vino"
Entonces Nuestra
Señora cortó una pequeña flor blanca con rayas rojas, llamada originalmente
enredadera del campo, que tiene una forma muy similar a un vaso y se la dio al
hombre. Él la lleno con vino e inmediatamente el carruaje quedó totalmente
libre, pudiendo entonces continuar su camino.
La pequeña flor es
aún hoy llamada El pequeño vaso de Nuestra Señora.
1.018. Grimm (Jacob y Wilhem)
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