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lunes, 1 de abril de 2013

Febea

Febea es la pantera de Nerón.
Suavemente doméstica, como un enorme gato real, se echa cerca del César neurótico, que le acari­cia con su mano delicada y viciosa de andrógino corrompido.
Bosteza, y muestra la flexible y húmeda lengua entre la doble fila de sus dientes, de sus dientes finos y blancos. Come carne humana, y está acos­tumbrada a ver a cada instante, en la mansión del siniestro semidiós de la Roma decadente, tres cosas rojas: la sangre, la púrpura y las rosas.
Un día lleva a su presencia Nerón a Leticia, nívea y joven virgen de una familia cristiana. Leti­cia tenía el más lindo rostro de quince años, las más adorables manos rosadas y pequeñas; ojos de una divina mirada azul; el cuerpo de un efebo que estuviese para trans-formarse en mujer -digno de un triunfante coro de exámetros, en una meta­morfosis del poeta Ovidio.
Nerón tuvo un capricho por aquella mujer: deseó poseerla por medio de su arte, de su música y de su poesía. Muda, inconmovible, serena en su casta blancura, la doncella oyó el canto del formi­dable «imperator» que se acompañaba con la lira; y cuando él, el artista del trono, hubo concluido su canto erótico y bien rimado según las reglas de su maestro Séneca, advirtió que su cautiva, la vir­gen de su deseo caprichoso, permanecía muda y cándida, como un lirio, como una púdica vestal de mármol.
Entonces el César, lleno de despecho, llamó a Febea y le señaló la víctima de su venganza. La fuer­te y soberbia pantera llegó, esperezándose, mostran­do las uñas brillantes y filosas, abriendo en un bos­tezo despacioso sus anchas fauces, moviendo de un lado a otro la cola sedosa y rápida.
Y sucedió que dijo la bestia:
-Oh Emperador admirable y potente. Tu voluntad es la de un inmortal; tu aspecto se ase­meja al de Júpiter, tu frente está ceñida con el lau­rel glorioso; pero permite que hoy te haga saber dos cosas: que nunca mis zarpas se moverán con­tra una mujer que como ésta derrama resplando­res como una estrella, y que tus versos, dáctilos y pirriquios, te han resultado detestables.

1.073. Dario (Ruben)

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