Tiempo atrás,
en el corazón del bosque vivían tres cerditos que eran hermanos. El lobo
siempre andaba persiguiéndoles para comérselos. Para escapar del lobo, los
cerditos decidieron hacerse una casa.
El pequeño la
hizo de paja, para acabar antes y poder irse a jugar.
El mediano
construyó una casita de madera. Al ver que su hermano pequeño había terminado
ya, se dio prisa para irse a jugar con él.
El mayor
trabajaba en su casa de ladrillo.
-Ya veréis lo
que hace el lobo con vuestras casas -riñó a sus hermanos mientras éstos se lo
pasaban en grande.
El lobo salió
detrás del cerdito pequeño y él corrió hasta su casita de paja, pero el lobo
sopló y sopló y la casita de paja derrumbó.
El lobo
persiguió también al cerdito por el bosque, que corrió a refugiarse en casa de
su hermano mediano. Pero el lobo sopló y sopló y la casita de madera derribó.
Los dos cerditos salieron pitando de allí.
Casi sin
aliento, con el lobo pegado a sus talones, llegaron a la casa del hermano
mayor.
Los tres se
metieron dentro y cerraron bien todas las puertas y ventanas. El lobo se puso a
dar vueltas a la casa, buscando algún sitio por el que entrar. Con una escalera
larguísima trepó hasta el tejado, para colarse por la chimenea. Pero el
cerdito mayor puso al fuego una olla con agua. El lobo comilón descendió por el
interior de la chimenea, pero cayó sobre el agua hirviendo y se escaldó.
Escapó de
allí dando unos terribles aullidos que se oyeron en todo el bosque. Se cuenta
que nunca jamás quiso comer cerdito.
1.018. Grimm (Jacob y Wilhem)
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