Un campesino dijo un
día a sus mascotas:
-"Vengan al
comedor y disfruten, coman de todas las migajas de pan que hay en la mesa. La señora ha salido
a cumplir con algunas visitas."
Entonces las pequeñas
mascotas dijeron:
-"No, no. No
iremos. Si la señora lo llega a saber, nos castigará."
-"Ella no sabrá
nada de esto." -dijo el campesino.
-"Vengan,
después de todo ella nunca les da nada bueno."
Y los perritos,
meneando sus cabecitas, dijeron de nuevo:
-"Nopi,
nopi, no iremos. Dejaremos eso donde está."
Pero el campesino no
los dejaba en paz, hasta que al fin fueron, subieron a la mesa y comieron todas
las migajas que pudieron. Pero en ese momento llegó la señora, y revoloteó un
pequeño látigo con gran destreza y los castigó severamente. Cuando salieron
sollozando de la casa, los perritos dijeron al campesino:
-"¡Uh, uh, uh!
¿Viste...?"
El campesino se rió
y dijo:
-"Ji, ji, ji.
¿Y no era eso lo que esperaban...?
Y a ellos no les
quedó más que salir corriendo.
1.018. Grimm (Jacob y Wilhem)
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